¡¡Buenos días a tod@s!! Primero de todo disculparnos ante nuestra audiencia por este largo silencio en nuestro blog, ya que nuestros proyectos propios y ajenos están complicando sobremanera preparar un buen post, con cara y ojos, que no resulte el típico refrito de un blog yankee o de algún otro tema más que hablado y discutido. Hoy vuelvo con la actualidad de nuestro cambiante mundillo 2.0. Interesantes novedades para especialistas SEO y de marketing de buscadores, aunque como siempre ocurre no va a llover a gusto de todos.
Dicho esto vamos al grano. Esta mañana todos los SEOs del mundo mundial nos hemos despertado con un regalo de navidad anticipado por parte de nuestro queridísimo buscador Google. Unos días amable Doctor Jekyll, otros días terrible Mister Hyde. Pues bien no sabemos si por orden de la comisión europea, alguna sentencia en contra sobre la publicidad en medios de comunicación, o alguna cabreada agencia de arbitrariedad de consumo ha obligado al todopoderoso Google a diferenciar clarísimamente con una etiqueta amarilla sus resultados patrocinados por Google Adwords del resto de resultados orgánicos.
Cómo habréis visto no he dado crédito alguno a la posibilidad de que ellos, por propia voluntad hayan tomado la decisión de intentar no confundir al usuario con sus resultados de pago, camuflándolos como hasta ahora en la página de resultados con fondo de inapreciable contraste y una minúscula etiqueta del mismo color de texto que el propio anuncio, que recitaba “anuncio” con la esperanza de no ser visto. Pues bien estas prácticas han terminado. Desde hoy Google está obligado a diferenciar de una forma clara (como ellos te obligaban a hacer en las campañas de Display con Adsense) los bloques de publicidad de su buscador.
Hasta aquí este post señoras y señores. Deseo que os haya interesado el tema, para cualquier duda o consulta me tenéis a un click de distancia. En cuestión de días vuelvo con más y mejor. Un saludo y feliz comienzo de semana a tod@s.


